Hace tiempo me habló de ellas, traté de conseguirlas sin éxito. El otro día al recoger uno de sus sombreros de trapillo que he regalado a Mercedes, finalmente las vi en su casa, adornando tapetes.
Finísimas y elegantes las guardo como oro en paño que se suele decir, para decorar algo que tendrá que ser muy especial.
Gracias Lola
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